domingo, 4 de octubre de 2015

Este tipo es la derecha del peronismo.

Las manifestaciones de este hombre, Urtubey, me hacen temer por Scioli, que también termine en esa franja del peronismo menemista. Estos personajes son los que nunca se convirtieron, fueron los socios obligados del kirchnerismo. Lo peor es que no hay otra opción, es Scioli a sabiendas que tirará hacia la derecha o Macri que está en la extrema derecha. Esto si que es elegir por el mal menor. Es como elegir una enfermedad que tiene cura con un transplante (dentro de 4 años) o un cancer terminal. A continuación de esta nota del diario La Nación, que por supuesto quiere sembrar zizaña.
Cristina se enojó por las declaraciones de Urtubey Envió a Aníbal Fernández a desautorizarlo después de que, en nombre de Scioli, habló de acordar con los fondos buitre SEGUIRMariano ObarrioLA NACIONDOMINGO 04 DE OCTUBRE DE 2015 402575 El gobierno de Cristina Kirchner dejó trascender ayer el profundo malestar que causó en la Presidenta el discurso del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que ante los empresarios del Consejo de las Américas, en Nueva York, y en nombre del candidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli, dio una seguidilla de definiciones políticas y económicas antagónicas con el discurso del modelo económico de la Casa Rosada. En ese foro, con un tono crítico a la actual gestión, Urtubey prometió a los influyentes empresarios que Scioli buscará llegar a un acuerdo con los holdouts y colocar deuda en los mercados externos; criticó la falta de inversión en energía y transportes; anticipó rebajas en las retenciones al agro y un saneamiento en las estadísticas del Indec. La Presidenta le ordenó a su jefe de Gabinete, Aníbal Fernández -candidato a gobernador bonaerense del FPV en la misma lista de Scioli-, que saliera públicamente a desautorizar a Urtubey. Fernández señaló que sus definiciones no representan al Gobierno ni al futuro gobierno y que son sólo expresiones aisladas de un gobernador del PJ. "El enojo con Urtubey en Olivos se potenció especialmente por lo cerca que estuvieron sus palabras de las denuncias de Cristina ante las Naciones Unidas la semana pasada", confió a LA NACION un alto funcionario del Gobierno. La Presidenta había acusado a los fondos buitres de haber financiado al fallecido fiscal Alberto Nisman y al ex director de Operaciones de la ex SIDE, Antonio "Jaime" Stiuso. Pero no se detuvo allí: denunció al presidente de los Estados Unidos Barack Obama de "proteger" a Stiuso, que se encuentra en Miami por temor a que lo maten. Las fuentes oficiales atribuyeron el mayor fastidio con las palabras de Urtubey a la propia Cristina Kirchner; a su secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, que además es candidato a vicepresidente de Scioli, y al canciller, Héctor Timerman. No descartan que se abra una fisura en el último tramo de la campaña. Para agravar las suspicacias, en la Casa Rosada no pasaban por alto que Urtubey es uno de los candidatos a ocupar la Cancillería de un eventual gobierno de Scioli, si éste gana las elecciones del 25 de octubre próximo. "Aníbal no sale a hablar sin la orden de ella", admitió a LA NACION una fuente oficial. En Olivos sospechan, además, que Scioli procura fuertes relaciones con el gobierno de los Estados Unidos, mientras que la Presidenta se esmera por mostrar beligerancia con Washington. También la Presidenta sospecha que su candidato mantiene un buen vínculo con el Grupo Clarín, al cual el Gobierno busca limitar. Aníbal Fernández dijo ayer que la afirmación de Urtubey respecto de la necesidad de "acordar" con los holdouts "no deja de ser la visión de un gobernador de la Argentina". "No representa al Gobierno esa visión ni al nuevo gobierno, que todavía no se conformó", dijo Fernández a Radio Continental. Añadió que si Urtubey plantea negociar "en las mismas condiciones" que el 92,4% de los bonistas que ingresaron en los canjes de deuda reestructurada de 2005 y 2010 le "parece estupendo". Pero que si proponía "pagar a otro precio" sería "más o menos lo que pensaba" el candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri. "Pensar parecido a Macri es casi asustarse", advirtió con dureza. El contraste con la Presidenta resultó muy notorio. La semana última Cristina dijo en la ONU que los EE. UU. "protegen" a Stiuso, que los fondos buitre financiaban a Nisman, y defendió el pacto con Irán para avanzar en el caso AMIA.Cristina se enojó por las declaraciones de Urtubey Envió a Aníbal Fernández a desautorizarlo después de que, en nombre de Scioli, habló de acordar con los fondos buitre SEGUIRMariano ObarrioLA NACIONDOMINGO 04 DE OCTUBRE DE 2015 402575 El gobierno de Cristina Kirchner dejó trascender ayer el profundo malestar que causó en la Presidenta el discurso del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que ante los empresarios del Consejo de las Américas, en Nueva York, y en nombre del candidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli, dio una seguidilla de definiciones políticas y económicas antagónicas con el discurso del modelo económico de la Casa Rosada. En ese foro, con un tono crítico a la actual gestión, Urtubey prometió a los influyentes empresarios que Scioli buscará llegar a un acuerdo con los holdouts y colocar deuda en los mercados externos; criticó la falta de inversión en energía y transportes; anticipó rebajas en las retenciones al agro y un saneamiento en las estadísticas del Indec. La Presidenta le ordenó a su jefe de Gabinete, Aníbal Fernández -candidato a gobernador bonaerense del FPV en la misma lista de Scioli-, que saliera públicamente a desautorizar a Urtubey. Fernández señaló que sus definiciones no representan al Gobierno ni al futuro gobierno y que son sólo expresiones aisladas de un gobernador del PJ. "El enojo con Urtubey en Olivos se potenció especialmente por lo cerca que estuvieron sus palabras de las denuncias de Cristina ante las Naciones Unidas la semana pasada", confió a LA NACION un alto funcionario del Gobierno. La Presidenta había acusado a los fondos buitres de haber financiado al fallecido fiscal Alberto Nisman y al ex director de Operaciones de la ex SIDE, Antonio "Jaime" Stiuso. Pero no se detuvo allí: denunció al presidente de los Estados Unidos Barack Obama de "proteger" a Stiuso, que se encuentra en Miami por temor a que lo maten. Las fuentes oficiales atribuyeron el mayor fastidio con las palabras de Urtubey a la propia Cristina Kirchner; a su secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, que además es candidato a vicepresidente de Scioli, y al canciller, Héctor Timerman. No descartan que se abra una fisura en el último tramo de la campaña. Para agravar las suspicacias, en la Casa Rosada no pasaban por alto que Urtubey es uno de los candidatos a ocupar la Cancillería de un eventual gobierno de Scioli, si éste gana las elecciones del 25 de octubre próximo. "Aníbal no sale a hablar sin la orden de ella", admitió a LA NACION una fuente oficial. En Olivos sospechan, además, que Scioli procura fuertes relaciones con el gobierno de los Estados Unidos, mientras que la Presidenta se esmera por mostrar beligerancia con Washington. También la Presidenta sospecha que su candidato mantiene un buen vínculo con el Grupo Clarín, al cual el Gobierno busca limitar. Aníbal Fernández dijo ayer que la afirmación de Urtubey respecto de la necesidad de "acordar" con los holdouts "no deja de ser la visión de un gobernador de la Argentina". "No representa al Gobierno esa visión ni al nuevo gobierno, que todavía no se conformó", dijo Fernández a Radio Continental. Añadió que si Urtubey plantea negociar "en las mismas condiciones" que el 92,4% de los bonistas que ingresaron en los canjes de deuda reestructurada de 2005 y 2010 le "parece estupendo". Pero que si proponía "pagar a otro precio" sería "más o menos lo que pensaba" el candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri. "Pensar parecido a Macri es casi asustarse", advirtió con dureza. El contraste con la Presidenta resultó muy notorio. La semana última Cristina dijo en la ONU que los EE. UU. "protegen" a Stiuso, que los fondos buitre financiaban a Nisman, y defendió el pacto con Irán para avanzar en el caso AMIA.Cristina se enojó por las declaraciones de Urtubey Envió a Aníbal Fernández a desautorizarlo después de que, en nombre de Scioli, habló de acordar con los fondos buitre SEGUIRMariano ObarrioLA NACIONDOMINGO 04 DE OCTUBRE DE 2015 402575 El gobierno de Cristina Kirchner dejó trascender ayer el profundo malestar que causó en la Presidenta el discurso del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que ante los empresarios del Consejo de las Américas, en Nueva York, y en nombre del candidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli, dio una seguidilla de definiciones políticas y económicas antagónicas con el discurso del modelo económico de la Casa Rosada. En ese foro, con un tono crítico a la actual gestión, Urtubey prometió a los influyentes empresarios que Scioli buscará llegar a un acuerdo con los holdouts y colocar deuda en los mercados externos; criticó la falta de inversión en energía y transportes; anticipó rebajas en las retenciones al agro y un saneamiento en las estadísticas del Indec. La Presidenta le ordenó a su jefe de Gabinete, Aníbal Fernández -candidato a gobernador bonaerense del FPV en la misma lista de Scioli-, que saliera públicamente a desautorizar a Urtubey. Fernández señaló que sus definiciones no representan al Gobierno ni al futuro gobierno y que son sólo expresiones aisladas de un gobernador del PJ. "El enojo con Urtubey en Olivos se potenció especialmente por lo cerca que estuvieron sus palabras de las denuncias de Cristina ante las Naciones Unidas la semana pasada", confió a LA NACION un alto funcionario del Gobierno. La Presidenta había acusado a los fondos buitres de haber financiado al fallecido fiscal Alberto Nisman y al ex director de Operaciones de la ex SIDE, Antonio "Jaime" Stiuso. Pero no se detuvo allí: denunció al presidente de los Estados Unidos Barack Obama de "proteger" a Stiuso, que se encuentra en Miami por temor a que lo maten. Las fuentes oficiales atribuyeron el mayor fastidio con las palabras de Urtubey a la propia Cristina Kirchner; a su secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, que además es candidato a vicepresidente de Scioli, y al canciller, Héctor Timerman. No descartan que se abra una fisura en el último tramo de la campaña. Para agravar las suspicacias, en la Casa Rosada no pasaban por alto que Urtubey es uno de los candidatos a ocupar la Cancillería de un eventual gobierno de Scioli, si éste gana las elecciones del 25 de octubre próximo. "Aníbal no sale a hablar sin la orden de ella", admitió a LA NACION una fuente oficial. En Olivos sospechan, además, que Scioli procura fuertes relaciones con el gobierno de los Estados Unidos, mientras que la Presidenta se esmera por mostrar beligerancia con Washington. También la Presidenta sospecha que su candidato mantiene un buen vínculo con el Grupo Clarín, al cual el Gobierno busca limitar. Aníbal Fernández dijo ayer que la afirmación de Urtubey respecto de la necesidad de "acordar" con los holdouts "no deja de ser la visión de un gobernador de la Argentina". "No representa al Gobierno esa visión ni al nuevo gobierno, que todavía no se conformó", dijo Fernández a Radio Continental. Añadió que si Urtubey plantea negociar "en las mismas condiciones" que el 92,4% de los bonistas que ingresaron en los canjes de deuda reestructurada de 2005 y 2010 le "parece estupendo". Pero que si proponía "pagar a otro precio" sería "más o menos lo que pensaba" el candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri. "Pensar parecido a Macri es casi asustarse", advirtió con dureza. El contraste con la Presidenta resultó muy notorio. La semana última Cristina dijo en la ONU que los EE. UU. "protegen" a Stiuso, que los fondos buitre financiaban a Nisman, y defendió el pacto con Irán para avanzar en el caso AMIA.Cristina se enojó por las declaraciones de Urtubey Envió a Aníbal Fernández a desautorizarlo después de que, en nombre de Scioli, habló de acordar con los fondos buitre SEGUIRMariano ObarrioLA NACIONDOMINGO 04 DE OCTUBRE DE 2015 402575 El gobierno de Cristina Kirchner dejó trascender ayer el profundo malestar que causó en la Presidenta el discurso del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que ante los empresarios del Consejo de las Américas, en Nueva York, y en nombre del candidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli, dio una seguidilla de definiciones políticas y económicas antagónicas con el discurso del modelo económico de la Casa Rosada. En ese foro, con un tono crítico a la actual gestión, Urtubey prometió a los influyentes empresarios que Scioli buscará llegar a un acuerdo con los holdouts y colocar deuda en los mercados externos; criticó la falta de inversión en energía y transportes; anticipó rebajas en las retenciones al agro y un saneamiento en las estadísticas del Indec. La Presidenta le ordenó a su jefe de Gabinete, Aníbal Fernández -candidato a gobernador bonaerense del FPV en la misma lista de Scioli-, que saliera públicamente a desautorizar a Urtubey. Fernández señaló que sus definiciones no representan al Gobierno ni al futuro gobierno y que son sólo expresiones aisladas de un gobernador del PJ. "El enojo con Urtubey en Olivos se potenció especialmente por lo cerca que estuvieron sus palabras de las denuncias de Cristina ante las Naciones Unidas la semana pasada", confió a LA NACION un alto funcionario del Gobierno. La Presidenta había acusado a los fondos buitres de haber financiado al fallecido fiscal Alberto Nisman y al ex director de Operaciones de la ex SIDE, Antonio "Jaime" Stiuso. Pero no se detuvo allí: denunció al presidente de los Estados Unidos Barack Obama de "proteger" a Stiuso, que se encuentra en Miami por temor a que lo maten. Las fuentes oficiales atribuyeron el mayor fastidio con las palabras de Urtubey a la propia Cristina Kirchner; a su secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, que además es candidato a vicepresidente de Scioli, y al canciller, Héctor Timerman. No descartan que se abra una fisura en el último tramo de la campaña. Para agravar las suspicacias, en la Casa Rosada no pasaban por alto que Urtubey es uno de los candidatos a ocupar la Cancillería de un eventual gobierno de Scioli, si éste gana las elecciones del 25 de octubre próximo. "Aníbal no sale a hablar sin la orden de ella", admitió a LA NACION una fuente oficial. En Olivos sospechan, además, que Scioli procura fuertes relaciones con el gobierno de los Estados Unidos, mientras que la Presidenta se esmera por mostrar beligerancia con Washington. También la Presidenta sospecha que su candidato mantiene un buen vínculo con el Grupo Clarín, al cual el Gobierno busca limitar. Aníbal Fernández dijo ayer que la afirmación de Urtubey respecto de la necesidad de "acordar" con los holdouts "no deja de ser la visión de un gobernador de la Argentina". "No representa al Gobierno esa visión ni al nuevo gobierno, que todavía no se conformó", dijo Fernández a Radio Continental. Añadió que si Urtubey plantea negociar "en las mismas condiciones" que el 92,4% de los bonistas que ingresaron en los canjes de deuda reestructurada de 2005 y 2010 le "parece estupendo". Pero que si proponía "pagar a otro precio" sería "más o menos lo que pensaba" el candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri. "Pensar parecido a Macri es casi asustarse", advirtió con dureza. El contraste con la Presidenta resultó muy notorio. La semana última Cristina dijo en la ONU que los EE. UU. "protegen" a Stiuso, que los fondos buitre financiaban a Nisman, y defendió el pacto con Irán para avanzar en el caso AMIA.Cristina se enojó por las declaraciones de Urtubey Envió a Aníbal Fernández a desautorizarlo después de que, en nombre de Scioli, habló de acordar con los fondos buitre SEGUIRMariano ObarrioLA NACIONDOMINGO 04 DE OCTUBRE DE 2015 402575 El gobierno de Cristina Kirchner dejó trascender ayer el profundo malestar que causó en la Presidenta el discurso del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que ante los empresarios del Consejo de las Américas, en Nueva York, y en nombre del candidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli, dio una seguidilla de definiciones políticas y económicas antagónicas con el discurso del modelo económico de la Casa Rosada. En ese foro, con un tono crítico a la actual gestión, Urtubey prometió a los influyentes empresarios que Scioli buscará llegar a un acuerdo con los holdouts y colocar deuda en los mercados externos; criticó la falta de inversión en energía y transportes; anticipó rebajas en las retenciones al agro y un saneamiento en las estadísticas del Indec. La Presidenta le ordenó a su jefe de Gabinete, Aníbal Fernández -candidato a gobernador bonaerense del FPV en la misma lista de Scioli-, que saliera públicamente a desautorizar a Urtubey. Fernández señaló que sus definiciones no representan al Gobierno ni al futuro gobierno y que son sólo expresiones aisladas de un gobernador del PJ. "El enojo con Urtubey en Olivos se potenció especialmente por lo cerca que estuvieron sus palabras de las denuncias de Cristina ante las Naciones Unidas la semana pasada", confió a LA NACION un alto funcionario del Gobierno. La Presidenta había acusado a los fondos buitres de haber financiado al fallecido fiscal Alberto Nisman y al ex director de Operaciones de la ex SIDE, Antonio "Jaime" Stiuso. Pero no se detuvo allí: denunció al presidente de los Estados Unidos Barack Obama de "proteger" a Stiuso, que se encuentra en Miami por temor a que lo maten. Las fuentes oficiales atribuyeron el mayor fastidio con las palabras de Urtubey a la propia Cristina Kirchner; a su secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, que además es candidato a vicepresidente de Scioli, y al canciller, Héctor Timerman. No descartan que se abra una fisura en el último tramo de la campaña. Para agravar las suspicacias, en la Casa Rosada no pasaban por alto que Urtubey es uno de los candidatos a ocupar la Cancillería de un eventual gobierno de Scioli, si éste gana las elecciones del 25 de octubre próximo. "Aníbal no sale a hablar sin la orden de ella", admitió a LA NACION una fuente oficial. En Olivos sospechan, además, que Scioli procura fuertes relaciones con el gobierno de los Estados Unidos, mientras que la Presidenta se esmera por mostrar beligerancia con Washington. También la Presidenta sospecha que su candidato mantiene un buen vínculo con el Grupo Clarín, al cual el Gobierno busca limitar. Aníbal Fernández dijo ayer que la afirmación de Urtubey respecto de la necesidad de "acordar" con los holdouts "no deja de ser la visión de un gobernador de la Argentina". "No representa al Gobierno esa visión ni al nuevo gobierno, que todavía no se conformó", dijo Fernández a Radio Continental. Añadió que si Urtubey plantea negociar "en las mismas condiciones" que el 92,4% de los bonistas que ingresaron en los canjes de deuda reestructurada de 2005 y 2010 le "parece estupendo". Pero que si proponía "pagar a otro precio" sería "más o menos lo que pensaba" el candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri. "Pensar parecido a Macri es casi asustarse", advirtió con dureza. El contraste con la Presidenta resultó muy notorio. La semana última Cristina dijo en la ONU que los EE. UU. "protegen" a Stiuso, que los fondos buitre financiaban a Nisman, y defendió el pacto con Irán para avanzar en el caso AMIA.

La Carta

Carta de un Jefe Indio Azteca a los Gobiernos de Europa: Aquí, pues, yo, Guaipuro Cuauhtémoc, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que se la encontraron hace ya quinientos años. Aquí, pues, nos encontramos todos: sabemos lo que somos y es bastante. Nunca tendremos otra cosa. El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé verdaderamente. El hermano usurero europeo me explica que toda deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos, también puedo reclamar intereses. Consta en Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y el 1660 llegaron a San Lúcar de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata que provenían de América. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque es pensar que los hermanos cristianos faltan a su séptimo mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme el cielo de figurarme que los europeos, igual que Caín, matan y después niegan la sangre del hermano! ¿Genocidio? ¡Eso sería dar crédito a calumniadores como Bartolomé de las Casas, que calificaron el encuentro de destrucción de las Indias, o a ultras como el doctor Arturo Pietri, quien afirma que el arranque del capitalismo y de la actual civilización europea se debió a la inundación de metales preciosos arrancados por ustedes, mis hermanos europeos, a mis también hermanos de América! ¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de varios préstamos amigables de América para el desarrollo de Europa. Lo contrario sería presuponer crímenes de guerra, lo que daría derecho, no solo a exigir devolución inmediata, sino indemnización por daños y perjuicios. Yo, Guaipuro Cuautémoc, prefiero creer en la menos ofensiva de las hipótesis para mis hermanos europeos. Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio de un plan Marshall-tezuma para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, defensores del álgebra, la arquitectura, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, una vez pasado el Quinto Centenario del “Préstamo” podemos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o, por lo menos, productivo de los recursos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no. En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, Armadas Invencibles, Terceros Reichs y otras formas de exterminio mutuo, para acabar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como Panamá (pero sin canal). En lo financiero han sido incapaces después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar capital e intereses, como de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo. Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman, conforme a la cual una economía subsidiada jamás podrá funcionar. Y nos obliga a reclamarles – por su propio bien – el pago de capital e intereses que tan generosamente hemos demorado todos los siglos. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas flotantes de un 20 por ciento y hasta un 30 por ciento que los hermanos europeos les cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo de un 10 por ciento anual acumulado durante los últimos 300 años. Sobre esta base, aplicando la europea fórmula del interés compuesto, informamos a los descubridores que solo nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata, ambas elevadas a la potencia de trescientos. Es decir, un número para cuya expresión total serías necesarias mas de trescientas cifras y que supera ampliamente el peso de la tierra. ¡Muy pesadas son estas moles de oro y de plata! ¿Cuánto pesarían calculada en sangre? Aducir que Europa en medio milenio no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar este módico interés sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la inmediata firma de una carta de intenciones que discipline a los pueblos deudores del viejo continente; y los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa que les permita entregárnosla entera como primer pago de una deuda histórica. Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales. En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran con la bala con que mataron al poeta. Pero no podrán, porque esa bala es el corazón de Europa. ___________________________________________________________ “Dos maneras generales y principales han tenido los que allá han pasado que se llaman cristianos en estirpar y raer de la haz de la tierra a aquellas miserandas naciones. La una, por injustas, crueles, sangrientas y tiránicas guerras. La otra oprimiéndolos con la más dura, horrible y áspera servidumbre en que jamás hombres ni bestias pudieron ser puestas.” (Bartolomé de las Casas)cCarta de un Jefe Indio Azteca a los Gobiernos de Europa: Aquí, pues, yo, Guaipuro Cuauhtémoc, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que se la encontraron hace ya quinientos años. Aquí, pues, nos encontramos todos: sabemos lo que somos y es bastante. Nunca tendremos otra cosa. El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé verdaderamente. El hermano usurero europeo me explica que toda deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos, también puedo reclamar intereses. Consta en Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y el 1660 llegaron a San Lúcar de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata que provenían de América. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque es pensar que los hermanos cristianos faltan a su séptimo mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme el cielo de figurarme que los europeos, igual que Caín, matan y después niegan la sangre del hermano! ¿Genocidio? ¡Eso sería dar crédito a calumniadores como Bartolomé de las Casas, que calificaron el encuentro de destrucción de las Indias, o a ultras como el doctor Arturo Pietri, quien afirma que el arranque del capitalismo y de la actual civilización europea se debió a la inundación de metales preciosos arrancados por ustedes, mis hermanos europeos, a mis también hermanos de América! ¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de varios préstamos amigables de América para el desarrollo de Europa. Lo contrario sería presuponer crímenes de guerra, lo que daría derecho, no solo a exigir devolución inmediata, sino indemnización por daños y perjuicios. Yo, Guaipuro Cuautémoc, prefiero creer en la menos ofensiva de las hipótesis para mis hermanos europeos. Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio de un plan Marshall-tezuma para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, defensores del álgebra, la arquitectura, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, una vez pasado el Quinto Centenario del “Préstamo” podemos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o, por lo menos, productivo de los recursos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no. En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, Armadas Invencibles, Terceros Reichs y otras formas de exterminio mutuo, para acabar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como Panamá (pero sin canal). En lo financiero han sido incapaces después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar capital e intereses, como de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo. Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman, conforme a la cual una economía subsidiada jamás podrá funcionar. Y nos obliga a reclamarles – por su propio bien – el pago de capital e intereses que tan generosamente hemos demorado todos los siglos. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas flotantes de un 20 por ciento y hasta un 30 por ciento que los hermanos europeos les cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo de un 10 por ciento anual acumulado durante los últimos 300 años. Sobre esta base, aplicando la europea fórmula del interés compuesto, informamos a los descubridores que solo nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata, ambas elevadas a la potencia de trescientos. Es decir, un número para cuya expresión total serías necesarias mas de trescientas cifras y que supera ampliamente el peso de la tierra. ¡Muy pesadas son estas moles de oro y de plata! ¿Cuánto pesarían calculada en sangre? Aducir que Europa en medio milenio no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar este módico interés sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la inmediata firma de una carta de intenciones que discipline a los pueblos deudores del viejo continente; y los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa que les permita entregárnosla entera como primer pago de una deuda histórica. Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales. En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran con la bala con que mataron al poeta. Pero no podrán, porque esa bala es el corazón de Europa. ___________________________________________________________ “Dos maneras generales y principales han tenido los que allá han pasado que se llaman cristianos en estirpar y raer de la haz de la tierra a aquellas miserandas naciones. La una, por injustas, crueles, sangrientas y tiránicas guerras. La otra oprimiéndolos con la más dura, horrible y áspera servidumbre en que jamás hombres ni bestias pudieron ser puestas.” (Bartolomé de las Casas)cCarta de un Jefe Indio Azteca a los Gobiernos de Europa: Aquí, pues, yo, Guaipuro Cuauhtémoc, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que se la encontraron hace ya quinientos años. Aquí, pues, nos encontramos todos: sabemos lo que somos y es bastante. Nunca tendremos otra cosa. El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé verdaderamente. El hermano usurero europeo me explica que toda deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos, también puedo reclamar intereses. Consta en Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y el 1660 llegaron a San Lúcar de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata que provenían de América. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque es pensar que los hermanos cristianos faltan a su séptimo mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme el cielo de figurarme que los europeos, igual que Caín, matan y después niegan la sangre del hermano! ¿Genocidio? ¡Eso sería dar crédito a calumniadores como Bartolomé de las Casas, que calificaron el encuentro de destrucción de las Indias, o a ultras como el doctor Arturo Pietri, quien afirma que el arranque del capitalismo y de la actual civilización europea se debió a la inundación de metales preciosos arrancados por ustedes, mis hermanos europeos, a mis también hermanos de América! ¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de varios préstamos amigables de América para el desarrollo de Europa. Lo contrario sería presuponer crímenes de guerra, lo que daría derecho, no solo a exigir devolución inmediata, sino indemnización por daños y perjuicios. Yo, Guaipuro Cuautémoc, prefiero creer en la menos ofensiva de las hipótesis para mis hermanos europeos. Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio de un plan Marshall-tezuma para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, defensores del álgebra, la arquitectura, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, una vez pasado el Quinto Centenario del “Préstamo” podemos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o, por lo menos, productivo de los recursos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no. En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, Armadas Invencibles, Terceros Reichs y otras formas de exterminio mutuo, para acabar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como Panamá (pero sin canal). En lo financiero han sido incapaces después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar capital e intereses, como de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo. Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman, conforme a la cual una economía subsidiada jamás podrá funcionar. Y nos obliga a reclamarles – por su propio bien – el pago de capital e intereses que tan generosamente hemos demorado todos los siglos. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas flotantes de un 20 por ciento y hasta un 30 por ciento que los hermanos europeos les cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo de un 10 por ciento anual acumulado durante los últimos 300 años. Sobre esta base, aplicando la europea fórmula del interés compuesto, informamos a los descubridores que solo nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata, ambas elevadas a la potencia de trescientos. Es decir, un número para cuya expresión total serías necesarias mas de trescientas cifras y que supera ampliamente el peso de la tierra. ¡Muy pesadas son estas moles de oro y de plata! ¿Cuánto pesarían calculada en sangre? Aducir que Europa en medio milenio no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar este módico interés sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la inmediata firma de una carta de intenciones que discipline a los pueblos deudores del viejo continente; y los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa que les permita entregárnosla entera como primer pago de una deuda histórica. Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales. En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran con la bala con que mataron al poeta. Pero no podrán, porque esa bala es el corazón de Europa. ___________________________________________________________ “Dos maneras generales y principales han tenido los que allá han pasado que se llaman cristianos en estirpar y raer de la haz de la tierra a aquellas miserandas naciones. La una, por injustas, crueles, sangrientas y tiránicas guerras. La otra oprimiéndolos con la más dura, horrible y áspera servidumbre en que jamás hombres ni bestias pudieron ser puestas.” (Bartolomé de las Casas)cCarta de un Jefe Indio Azteca a los Gobiernos de Europa: Aquí, pues, yo, Guaipuro Cuauhtémoc, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que se la encontraron hace ya quinientos años. Aquí, pues, nos encontramos todos: sabemos lo que somos y es bastante. Nunca tendremos otra cosa. El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé verdaderamente. El hermano usurero europeo me explica que toda deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos, también puedo reclamar intereses. Consta en Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y el 1660 llegaron a San Lúcar de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata que provenían de América. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque es pensar que los hermanos cristianos faltan a su séptimo mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme el cielo de figurarme que los europeos, igual que Caín, matan y después niegan la sangre del hermano! ¿Genocidio? ¡Eso sería dar crédito a calumniadores como Bartolomé de las Casas, que calificaron el encuentro de destrucción de las Indias, o a ultras como el doctor Arturo Pietri, quien afirma que el arranque del capitalismo y de la actual civilización europea se debió a la inundación de metales preciosos arrancados por ustedes, mis hermanos europeos, a mis también hermanos de América! ¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de varios préstamos amigables de América para el desarrollo de Europa. Lo contrario sería presuponer crímenes de guerra, lo que daría derecho, no solo a exigir devolución inmediata, sino indemnización por daños y perjuicios. Yo, Guaipuro Cuautémoc, prefiero creer en la menos ofensiva de las hipótesis para mis hermanos europeos. Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio de un plan Marshall-tezuma para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, defensores del álgebra, la arquitectura, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, una vez pasado el Quinto Centenario del “Préstamo” podemos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o, por lo menos, productivo de los recursos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no. En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, Armadas Invencibles, Terceros Reichs y otras formas de exterminio mutuo, para acabar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como Panamá (pero sin canal). En lo financiero han sido incapaces después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar capital e intereses, como de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo. Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman, conforme a la cual una economía subsidiada jamás podrá funcionar. Y nos obliga a reclamarles – por su propio bien – el pago de capital e intereses que tan generosamente hemos demorado todos los siglos. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas flotantes de un 20 por ciento y hasta un 30 por ciento que los hermanos europeos les cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo de un 10 por ciento anual acumulado durante los últimos 300 años. Sobre esta base, aplicando la europea fórmula del interés compuesto, informamos a los descubridores que solo nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata, ambas elevadas a la potencia de trescientos. Es decir, un número para cuya expresión total serías necesarias mas de trescientas cifras y que supera ampliamente el peso de la tierra. ¡Muy pesadas son estas moles de oro y de plata! ¿Cuánto pesarían calculada en sangre? Aducir que Europa en medio milenio no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar este módico interés sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la inmediata firma de una carta de intenciones que discipline a los pueblos deudores del viejo continente; y los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa que les permita entregárnosla entera como primer pago de una deuda histórica. Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales. En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran con la bala con que mataron al poeta. Pero no podrán, porque esa bala es el corazón de Europa. ___________________________________________________________ “Dos maneras generales y principales han tenido los que allá han pasado que se llaman cristianos en estirpar y raer de la haz de la tierra a aquellas miserandas naciones. La una, por injustas, crueles, sangrientas y tiránicas guerras. La otra oprimiéndolos con la más dura, horrible y áspera servidumbre en que jamás hombres ni bestias pudieron ser puestas.” (Bartolomé de las Casas)cCarta de un Jefe Indio Azteca a los Gobiernos de Europa: Aquí, pues, yo, Guaipuro Cuauhtémoc, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que se la encontraron hace ya quinientos años. Aquí, pues, nos encontramos todos: sabemos lo que somos y es bastante. Nunca tendremos otra cosa. El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé verdaderamente. El hermano usurero europeo me explica que toda deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos, también puedo reclamar intereses. Consta en Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y el 1660 llegaron a San Lúcar de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata que provenían de América. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque es pensar que los hermanos cristianos faltan a su séptimo mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme el cielo de figurarme que los europeos, igual que Caín, matan y después niegan la sangre del hermano! ¿Genocidio? ¡Eso sería dar crédito a calumniadores como Bartolomé de las Casas, que calificaron el encuentro de destrucción de las Indias, o a ultras como el doctor Arturo Pietri, quien afirma que el arranque del capitalismo y de la actual civilización europea se debió a la inundación de metales preciosos arrancados por ustedes, mis hermanos europeos, a mis también hermanos de América! ¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de varios préstamos amigables de América para el desarrollo de Europa. Lo contrario sería presuponer crímenes de guerra, lo que daría derecho, no solo a exigir devolución inmediata, sino indemnización por daños y perjuicios. Yo, Guaipuro Cuautémoc, prefiero creer en la menos ofensiva de las hipótesis para mis hermanos europeos. Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio de un plan Marshall-tezuma para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, defensores del álgebra, la arquitectura, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, una vez pasado el Quinto Centenario del “Préstamo” podemos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o, por lo menos, productivo de los recursos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no. En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, Armadas Invencibles, Terceros Reichs y otras formas de exterminio mutuo, para acabar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como Panamá (pero sin canal). En lo financiero han sido incapaces después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar capital e intereses, como de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo. Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman, conforme a la cual una economía subsidiada jamás podrá funcionar. Y nos obliga a reclamarles – por su propio bien – el pago de capital e intereses que tan generosamente hemos demorado todos los siglos. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas flotantes de un 20 por ciento y hasta un 30 por ciento que los hermanos europeos les cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo de un 10 por ciento anual acumulado durante los últimos 300 años. Sobre esta base, aplicando la europea fórmula del interés compuesto, informamos a los descubridores que solo nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata, ambas elevadas a la potencia de trescientos. Es decir, un número para cuya expresión total serías necesarias mas de trescientas cifras y que supera ampliamente el peso de la tierra. ¡Muy pesadas son estas moles de oro y de plata! ¿Cuánto pesarían calculada en sangre? Aducir que Europa en medio milenio no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar este módico interés sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la inmediata firma de una carta de intenciones que discipline a los pueblos deudores del viejo continente; y los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa que les permita entregárnosla entera como primer pago de una deuda histórica. Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales. En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran con la bala con que mataron al poeta. Pero no podrán, porque esa bala es el corazón de Europa. ___________________________________________________________ “Dos maneras generales y principales han tenido los que allá han pasado que se llaman cristianos en estirpar y raer de la haz de la tierra a aquellas miserandas naciones. La una, por injustas, crueles, sangrientas y tiránicas guerras. La otra oprimiéndolos con la más dura, horrible y áspera servidumbre en que jamás hombres ni bestias pudieron ser puestas.” (Bartolomé de las Casas)cCarta de un Jefe Indio Azteca a los Gobiernos de Europa: Aquí, pues, yo, Guaipuro Cuauhtémoc, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que se la encontraron hace ya quinientos años. Aquí, pues, nos encontramos todos: sabemos lo que somos y es bastante. Nunca tendremos otra cosa. El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé verdaderamente. El hermano usurero europeo me explica que toda deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos, también puedo reclamar intereses. Consta en Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y el 1660 llegaron a San Lúcar de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata que provenían de América. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque es pensar que los hermanos cristianos faltan a su séptimo mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme el cielo de figurarme que los europeos, igual que Caín, matan y después niegan la sangre del hermano! ¿Genocidio? ¡Eso sería dar crédito a calumniadores como Bartolomé de las Casas, que calificaron el encuentro de destrucción de las Indias, o a ultras como el doctor Arturo Pietri, quien afirma que el arranque del capitalismo y de la actual civilización europea se debió a la inundación de metales preciosos arrancados por ustedes, mis hermanos europeos, a mis también hermanos de América! ¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de varios préstamos amigables de América para el desarrollo de Europa. Lo contrario sería presuponer crímenes de guerra, lo que daría derecho, no solo a exigir devolución inmediata, sino indemnización por daños y perjuicios. Yo, Guaipuro Cuautémoc, prefiero creer en la menos ofensiva de las hipótesis para mis hermanos europeos. Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio de un plan Marshall-tezuma para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, defensores del álgebra, la arquitectura, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, una vez pasado el Quinto Centenario del “Préstamo” podemos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o, por lo menos, productivo de los recursos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no. En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, Armadas Invencibles, Terceros Reichs y otras formas de exterminio mutuo, para acabar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como Panamá (pero sin canal). En lo financiero han sido incapaces después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar capital e intereses, como de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo. Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman, conforme a la cual una economía subsidiada jamás podrá funcionar. Y nos obliga a reclamarles – por su propio bien – el pago de capital e intereses que tan generosamente hemos demorado todos los siglos. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas flotantes de un 20 por ciento y hasta un 30 por ciento que los hermanos europeos les cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo de un 10 por ciento anual acumulado durante los últimos 300 años. Sobre esta base, aplicando la europea fórmula del interés compuesto, informamos a los descubridores que solo nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata, ambas elevadas a la potencia de trescientos. Es decir, un número para cuya expresión total serías necesarias mas de trescientas cifras y que supera ampliamente el peso de la tierra. ¡Muy pesadas son estas moles de oro y de plata! ¿Cuánto pesarían calculada en sangre? Aducir que Europa en medio milenio no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar este módico interés sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la inmediata firma de una carta de intenciones que discipline a los pueblos deudores del viejo continente; y los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa que les permita entregárnosla entera como primer pago de una deuda histórica. Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales. En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran con la bala con que mataron al poeta. Pero no podrán, porque esa bala es el corazón de Europa. ___________________________________________________________ “Dos maneras generales y principales han tenido los que allá han pasado que se llaman cristianos en estirpar y raer de la haz de la tierra a aquellas miserandas naciones. La una, por injustas, crueles, sangrientas y tiránicas guerras. La otra oprimiéndolos con la más dura, horrible y áspera servidumbre en que jamás hombres ni bestias pudieron ser puestas.” (Bartolomé de las Casas)