sábado, 17 de diciembre de 2016

PÉRDIDA DE LA DEMOCRACIA

Teníamos una democracia, es cierto que era de baja intensidad, condicionada y presionada por la oligarquía nacional y el poder internacional, pero, especialmente entre 2003 y 2015 nos permitió tener paz, paz lograda especialmente por un mejor nivel de vida y un sentimiento de pertenecer a una nación que empezaba a ser respetada en el mundo, es decir, estábamos marchando a tener soberanía en todas sus formas.
Mas hoy, las cosas han "CAMBIADO" todo para mal: la democracia día a día va perdiendo calidad y con ello vamos perdiendo todo lo ganado en derechos, economía popular y ese sentimiento de soberanía va desapareciendo y dándonos la certeza de que desaparecerá totalmente, al punto volver a ser una colonia propia de principios del siglo XX.
Los que nos hemos interesado en la historia sabemos y sentimos la perdida que estamos padeciendo que es a un punto de sufrimiento moral que no tiene reparación.
Conocemos los objetivos de la oligarquía argentina, sabemos que no pararan hasta volver a sus mejores tiempos. También sabemos que ellos se sienten una casta superior dotados por un derecho divino para someternos y explotarnos sin sentir ninguna culpa. Lo que psicológicamente se llamaría perversidad. Mas ellos han logrado la protección (que no es divina sino terrenal) de todo un inmenso aparato publicitario, digo publicitario porque no cabe decir periodístico, puesto que es absolutamente de propaganda. Puede también decirse que han logrado convertir la prensa en un medio de propaganda y ésta reporta más beneficios a quien puede comprar más publicidad comercial.
Por ello puede decirse, que la democracia ha perdido uno de sus pilares fundamentales: una prensa que publique todos los actos de gobierno de manera objetiva.
Por eso la democracia argentina ha sido derrotada y desnaturalizada, porque ha sido usurpada y violada por una poderosa banda de ladrones, canallas y mafiosos, totalmente carente de escrúpulos.
Pero no podemos quedarnos de brazos cruzados viendo como pasan triunfantes los malvados depredadores frente a nosotros sin hacer nada, porque si permitimos eso perderemos la dignidad y, como de todas formas vamos a morir, no podemos irnos de este mundo dejando en él ese valor sustancial que tenemos los humanos: LA DIGNIDAD.
Que nadie se confunda, no estoy hablando de salir a pelear fusil en manos, sino de salir a luchar por nuestros derechos, los que hemos ganado en estos 12 años, con movilización y con resistencia a toda imposición que nos perjudique. Todo ello con una permanente actitud organizativa y poniendo lo necesario a la consecución de esos fines.
Francisco Klanchar
17.12.16

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