viernes, 11 de agosto de 2017



LA PREGUNTA SIN LA ESTERNA  RESPUESTA.

Talvez hoy  muera
O quizá mañana
O puede que  sea otro día cercano o lejano.
Pero es tiempo de considerarlo,
diciéndolo en vulgar vocabulario.
Sería como salir del umbral de la vida
y percibir el espacio de la inmensidad.
O estar en el filo de la cara y la cruz.
Del rojo atardecer de fugaz horizonte
que no alcanzamos a leer
De la noche que te esconde
para traerte en luz renaciente.
De allí que tenga tantas sensaciones apretadas
De allí que crea en lo que siento que no se que es
De allí que viva esta vivencia tan intensa
De allí que sienta tanto siendo tan poco
De allí que mire todo sin encontrar nada
De allí que aprecie este transcurrir  panorámico
 y por eso tan hueco
De allí la luna, el sol y los otros soles que puedo ver
y me dejan navegar en ese placer infinito
De allí la flor en rosa u otra cosa
De allí los colores para no aburrir
o los aromas para sentir el profundo placer de vivirlos
De allí que aprecie mi nariz que antes no quise
De allí que transite huellas mucho antes pisadas
por  otros tantos que sintieron lo mismo que yo ahora
De allí tanta pregunta imperecedera sin respuesta valedera
De allí esta energía todavía insolente
De allí la rebeldía de estar siempre al revés del derecho acordado
De allí la locura de soñar con la felicidad
que a veces logro.
De allí  sentir que el amor todavía no murió
 y  que el corazón late por eso y para eso
De allí, de saber que fui semilla
de un árbol que murió pero antes propagó
y más tarde inercialmente copié y repetí.
De allí, la duda infinita ante la puerta que se abre.

Francisco Klanchar

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