jueves, 17 de agosto de 2017



MOMENTO PREOCUPANTE.

Mientras yo estoy acá, sentado frente a la PC haciéndome mala sangre y teniendo dudas si seguir manifestando mi bronca contra los infames que gobiernan el mundo y este país o seguir para adelante con los ojos cerrados a pesar de los pesares, pienso que hay millones de argentinos pasando hambre y frío sin que nadie quiera y/o pueda resolver sus problemas. Ello sin perjuicio de los viejos que tenían expectativas de pasar  una vejes  placentera y que tendrán que reacomodarse para resignarse a morir miserablemente.
 De allí, como la reproducción celular, habrá reproducción de esa infamia, esa injusticia, ese sufrimiento masivo, es decir se multiplicará ese mal y el país nuestro y el mundo de todos entrará en un estado de descomposición que terminará con la raza humana que habrá mostrado que fue liderada por seres miserables que talvez  tuvieron que ser eliminados en cada una de las instancias en que mostraron su maldito objetivo.
Es inevitable pensar que los que vemos los males y el destino al que nos llevará no estamos haciendo lo que corresponde, no estamos haciendo lo necesario para parar a los monstruos destructores de esta humanidad que probablemente podría ser  moderadamente feliz si tomáramos conciencia de nuestra responsabilidad.
De allí, que tendríamos que hacer un repaso de la historia y ver a prohombres como el Che Guevara que tomó las armas con la idea de crear el hombre nuevo, el hombre necesario. Talvez él estaba en lo cierto cuando emprendió esa lucha de vida o muerte  en pos de la liberación de los pueblos, pueblos a los que había que imbuirlos de una conciencia solidaria  donde se cuide el tejido social haciendo una tela homogénea que hiciera posible la  convivencia basada en una razonable justicia social, donde no hubiera privilegios para nadie, donde hubiera que compartir las dichas y las desdichas, donde se cultivara el amor a la naturaleza con todos sus seres necesariamente activos.
Quizá sea necesario volver filosóficamente  al debate de  Rousseau  o de  Hobbes, donde el primero decía que originalmente hubo un “incumplimiento del contrato social”, mientras que el otro decía que “el Hombre es el lobo del hombre”.
Si tomamos a Rousseau veremos un propósito positivo y un llamado a la lucha por conseguir el cumplimento de es contrato con un objetivo beneficioso y satisfactorio para la humanidad, mientra que si tomamos el pensamiento de Hobbes tenemos que aceptar que el hombre acabará con el hombre. Esto es mostrar que el más fuerte se come al más débil, lo que nos lleva a pensar que la guerra es interminable, hasta que quede un solo hombre, el último, el mayor de los criminales.
Volviendo al presente, en nuestro país tenemos un proyecto que desarrollaron Irigoyen, Perón y los Kirchner donde se trata de hacer cumplir el Contrato Social por parte de los poderosos que no quieren cumplirlo, o el proyecto neoliberal liderado por Martínez de Hoz, Cavallo, Menem y Macri, donde los poderosos se pasan por el traste la convivencia social pacifica, lo que llevará inevitablemente a la destrucción del pueblo argentino y aportará a la Apocalipsis de la humanidad toda.
Francisco Klanchar

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