QUIEN TIENE RAZÓN?
Veo que hay seguidores de cambiemos que “se
preguntan”: cómo puede ser que esa gente no se de cuenta que el kirchnerismo
los engaña? Ja. Si se tratara de un debate con gente verdaderamente pensante y
honesta podríamos decir: es una hipótesis, allí se contrapone la tesis que diría
lo mismo de ellos, y, lógicamente, tendría que surgir la síntesis. Pero no, no
puede haber esta dialéctica porque los que sostienen esa tesis no exponen un
producto de su pensamiento, es simplemente una ligereza, una repetición de los
medios que le han destruido su capacidad de construir un pensamiento propio. En
tanto que del bando kirchnerista la respuesta o la critica es producto de su
realidad. El kirchnerista no es un producto de los medios, es un producto de la
realidad de su vida real, de los que ven que los ven. De los que, por fin han
sido reconocidos socialmente. Es decir, de los que han sido incluidos a la
sociedad, esa sociedad que puede acceder a lo elemental: La alimentación, la
salud, la educación y algo de recreación. Asimismo, da mucha pena que aquellos
que recibieron todo eso y que nunca lo habían recibido, no lo adviertan.
A veces pienso y me digo “qué estúpido que soy
no vi la realidad, no advertí que me
estaban engañando”, pero, por lo general, ya era tarde. Dicen que la justicia
cuando llega tarde no es justicia. En estos casos, cuando uno advierte tarde
que fue engañado, simplemente fue engañado. Lo triste es que uno es parte de un
tejido social y nuestro engaño se suma a tantos incautos, suma y suma en
perjuicio de toda la sociedad. Lo que es peor es que hace daño a la sociedad
pobre, la sociedad que vive condicionada por
los poderosos.
Quienes son los poderosos? Son los que no se dejaron engañar y
aprovecharon y aprendieron las reglas y el procedimiento de los que los querían
engañar, al mismo tiempo que no tenían ningún tipo de escrúpulos y se dijeron “vamos
ha hacer lo mismo que ellos”. Así se sumaron al reducido círculo de los
poderosos. Pero, queridos humanos, para eso es necesario matar la conciencia,
si es que ésta fue formada por buenos humanos.
De allí,
es fácil imaginar que los hijos de los que ya no tienen conciencia nunca podrán
tener una conciencia como esa que se predica, especialmente desde la iglesia.
El que ha sufrido el dolor de estar abajo,
oprimido por el poderoso y no se ha entregado, no se ha resignado y se ha
rebelado, sufre cuando se siente impotente, pero cuando no se deprime y sigue,
adquiere una fuerza por encima del estándar
que han impuesto y está dispuesto
a morir por sus convicciones. Talvez, si es que ha resultado vencido, sufra y
se pregunte como Jesús, exclamando “señor porqué me has abandonado”. Pero el
dolor es parte de la vida y si se lo sufre por un ideal nacido de la lucha
contra la injusticia, talvez en el más allá sea un bálsamo de paz.
La muerte vendrá de todos modos, pero si ella
viene, en su momento, a llevarnos de un mundo cruel y nosotros hemos luchado
para que no sea tan cruel, es razonable esperar que haya un premio en el otro
mundo.
Francisco Klanchar.
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