viernes, 8 de septiembre de 2017



SANTIAGO MALDONADO. GENDARMERIA. LAS PASO. NISMAN

El 1 de agosto de 2017 la Comisión Provincial por la Memoria de laprovincia de Chubut denunció la detención ilícita y la desaparición de Santiago Maldonado, durante la represión de una protesta en el lof mapuche de Cushamen , llevada a cabo por la Gendarmería Nacional y encabezada por el jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, ​ quien encabezó el procedimiento luego de anunciar que detendría a los miembros del RAM mapuche sin intervención judicial. ​ La denuncia fue realizada por el juez Guido Otranto de Esquel, quien intimó al gobierno nacional a informar si esa fuerza había detenido a Maldonado el 1 de agosto y qué medidas había adoptado para investigar la desaparición. Gendarmería contestó la intimación negando haber detenido a Maldonado y sin informar si había tomado medidas tendientes a investigar la suerte del militante desaparecido.

El gobierno nacional se encontró con un gravísimo e inesperado  problema: La acción represiva que llevó a cabo estuvo diseñada para atrapar a uno más mapuches pobres e indefensos de ese pequeño grupo que accionaban pidiendo la liberación de su lonko Facundo Jones Huala, pero la mala fortuna quiso que sólo pudiera secuestrar  a un muchacho que no era mapuche y que formaba parte de una numerosa comunidad de artesanos blancos de El Bolsón, a los que no había motivos para reprimirlos. Asimismo los represores enceguecidos  y talvez con algún estimulante extra no tuvieron en cuenta el detalle de que no era un rebelde mapuche y pasaron, a lo que seguramente era una orden superior y empezaron a torturarlo hasta matarlo.
 Esta hipótesis tiene su fundamento en lo dicho públicamente por el escritor Jorge Asís en un programa de televisión afín al gobierno, allí este periodista dijo que  “fue un asesinato cometido por la Gendarmería”.  De esto se puede deducir que de alguna manera el aparato gubernamental empieza a mostrar que Santiago Maldonado ya está muerto.
Cometido el brutal hecho, el gobierno toma conocimiento del mismo, en tanto que el país se entera de la desaparición de Santiago y comienza una movilización que toma estado público al punto de que la población masivamente reclama a las autoridades nacionales que respondan sobre la suerte corrida por el joven que no aparece y que varios testigos afirman que la gendarmería lo secuestró.

El gran detalle es que estos hechos suceden 12 días antes de las elecciones Primarias, lo que significa que el gobierno (a pesar de su soberbia)  no puede decir la verdad hasta pasadas las mismas, porque reconocer semejante hecho tendría la consecuencia de que sus actos represivos harían caer notablemente su imagen ante el electorado.
Entonces desde el gobierno deciden mantener las cosas en suspenso hasta pasado el acto electoral, en tanto discuten en qué sector o persona dejar caer la responsabilidad del hecho y piensan, (como ya hicieron otros gobiernos),  en culpar  a la cúpula de la Gendarmería. Pero, ésta habría respondido: “Ustedes quieren que nuestra fuerza se haga cargo de este crimen?  Bien, adelante, pero recuerden el “Caso Nisman”, en el cual nos pidieron que en la nueva pericia a nuestro cargo armemos  un veredicto donde quede demostrado que el Fiscal no se suicidó sino que fue asesinado. Si quieren este “servicio” busquen otros responsables. Estamos?”
Ante esta disyuntiva, el gobierno nacional se encontraría en la obligación de buscar una salida que lo exima de responsabilidad del asesinato de Santiago Maldonado.

En esa búsqueda está el macrismo, pero por más que con toda la ayuda de los medios y todos los recursos de que dispone, no podrá sacar de la mente de los argentinos que ellos (el gobierno) lo asesinaron, si aparece su cuerpo y sino, que lo hicieron desaparecer.
Asimismo obsérvese en el primer párrafo de esta nota que el verdadero Jefe de este operativo, el Jefe de Gabinete de Seguridad Pablo Noceti dijo que “detendría a los mapuches sin intervención judicial”. Con ello puede verse, sin lugar a dudas, que este gobierno está dispuesto a reprimir de manera dictatorial pasando por alto la legalidad.

Resumiendo, la esperanza que nos queda a los argentinos es que haya jueces valientes que no le teman al Poder Real y otorguen justicia ante las denuncias interpuestas contra el Presidente y sus Ministros por  este crimen que talvez sea de lesa humanidad y sino, como mínimo, por el claro encubrimiento que hasta ahora se viene ejecutando.

“La variante del inciso 1° del artículo 277 del Código Penal reprime al que,”tras la comisión de un delito ejecutado por otro, en el que no hubiera participado… Ayudare a alguien a eludir las investigaciones de la autoridad o a sustraerse a la acción de ésta”.  Se trata de un delito de pura actividad, de peligro concreto, instantáneo y de efectos permanentes, de manera que su consumación coincide con la realización de la acción típica, sin que resulte necesario el logro de la finalidad buscada: que el favorecido eluda la investigación de la autoridad o se sustraiga a la acción de la misma.”

Francisco Klanchar

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